miércoles, 3 de marzo de 2010

Armada de Chile admite fallo al advertir sobre el tsunami


“No fuimos precisos, hubo titubeo de parte nuestra” y se levantó la alerta de manera prematura, dijo.


Reuters
Publicado: 03/03/2010 10:17

(Constitución. Réplicas de hasta 6.0 grados en la escala Richter se registraron este miércoles en la zona centro sur de Chile, lo que provocó una falsa alarma de tsunami. En la imagen, habitantes de Constitución huyen de la costa por temor a que el mar volviera a invadir la ciudad. Ap)

Concepción. La Armada de Chile admitió este miércoles que falló en advertir claramente sobre el devastador tsunami que barrió las costas del país tras uno de los sismos más poderosos de la historia, mientras socorristas trabajaban en ciudades y pueblos asolados por la catástrofe.

El sismo de magnitud 8.8 y los tsunamis dejaron casi 800 muertos, buena parte tragados por olas gigantes. Ahora, los dardos apuntan al rol de la Armada. "Fuimos poco claros en la información que le entregamos, no fuimos suficientemente precisos para decirle a la Presidenta (Michelle Bachelet) se mantiene o se cancela (el alerta). Hubo titubeo por parte nuestra", dijo el comandante en jefe de la Armada, almirante Edmundo González, al canal TVN.

Según un documento obtenido por el diario El Mercurio, la fuerza del sismo no disparó de inmediato la alarma temprana contra tsunamis, porque la Armada creyó que el epicentro era en tierra y por lo tanto no había riesgos.

Luego, al constatarse que era en realidad un maremoto, fue declarada la alerta, sin embargo, levantada cuando todavía olas gigantes se dirigían hacia la costa.

El mea culpa de la Armada parece haber llegado tarde. "No se supo nada, solamente por la gente que vio que la mar se estaba recogiendo (...) arrancamos por cuenta propia hacia el cerro", dijo Isaac Lagos, padre de tres hijos y sobreviviente de la caleta Coliumo, arrasada por el maremoto.

Tras el sismo, olas de hasta 15 metros arrasaron con pueblos costeros, islas y puertos, dejando un número indeterminado de desaparecidos. En algunas zonas, el agua penetró más de 2 kilómetros tierra adentro, causando la muerte a cientos de personas.

En el Gobierno de Bachelet, que finaliza su mandato en un semana, dicen que ya vendrá el momento de la "caza de brujas", pero ahora están focalizados en la búsqueda de sobrevivientes y en llegar con la ayuda a los lugares más afectados.

Bachelet trató de calmar el miércoles a la población y aseguró que no hay desabastecimiento, ya que "hay suficientes alimentos, por lo tanto hay que tener tranquilidad (...) hay suficiente combustible".

El desastre golpeó a Chile, principal productor de cobre del mundo y la economía más estable de América Latina, cuando trataba de recuperarse de una recesión causada por la crisis financiera global.

Especialistas en desastres han calculado los daños al menos unos 30 mil millones de dólares. El ministro de Hacienda del próximo Gobierno, Felipe Larraín, dijo el miércoles a Reuters que no podía comentar si las opciones para ayudar a la recuperación incluirían emisión de bonos o usar recursos del cobre.

Los turistas anclados en Chile tras el sismo se dirigieron el miércoles al aeropuerto de Santiago, también dañado por el sismo. Pero sólo unos pocos vuelos despegaban.

Por otra parte, la policía y soldados lograron después de dos días contener los saqueos y la violencia que sumió en el caos a la golpeada ciudad de Concepción, 115 kilómetros al sudeste del epicentro.

Un toque de queda de 18 horas seguía vigente en la localidad, una de las varias ciudades y pueblos donde unos 14 mil soldados patrullan las calles para mantener el orden y asegurar la distribución apropiada de agua y alimentos.

"Estamos más tranquilos hoy, porque vemos a los militares y también hemos visto pasar algunos camiones con alimentos para un supermercado, parece que ya pasó lo peor", dijo Patricia Recabarren, un ama de 44 años.

Un periodista de Reuters dijo que en varios barrios de Concepción la gente ha comenzado a limpiar sus casas y sacar los escombros, en un intento por volver a la normalidad.

Cuatro días después del sismo, socorristas con perros reforzaron la búsqueda en Concepción y otras localidades como Constitución, intentando ubicar sobrevivientes atrapados bajo los escombros y también recuperar cuerpos.

Constitución, la ciudad hasta ahora más azotada por tres tsunamis con olas de 10 metros, concentra casi la mitad de la cifra oficial de fallecidos. Algunos reportes indican que allí desaparecidos llegarían hasta 500, disparando el total de muertos.

Un vez controlados los saqueos, las autoridades pudieron concentrarse el miércoles en la búsqueda de muertos y enviaron socorristas con perros rastreadores.

Bachelet ha reconocido que los esfuerzos de rescate han sido lentos, en parte debido a las rutas cortadas, puentes caídos e interrupciones de energía.

En Concepción, cientos de personas hacían fila en las calles para recibir comida enviada por el Gobierno. La idea de que el Gobierno estaba llegando finalmente al rescate fue reforzada por la recuperación de parte del suministro eléctrico en zonas de la ciudad.



La Jornada, miércoles 3 de marzo, 2O1O.

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